Antecedentes del Programa institucional de tutorías
La UNAM implementó el Programa Institucional de Tutorías en febrero de 2012 con el objetivo general de: favorecer el desarrollo integral de los estudiantes de bachillerato y licenciatura, a través de acciones articuladas que impacten positivamente en la permanencia, el rendimiento y el egreso.
Hoy en día, este programa es una realidad en la que participa un gran número de alumnos y docentes, a través de los programas que ofrecen sus escuelas y facultades (Narro & Arredondo, 2013). El programa se ha consolidado como un gran recurso como modalidad de atención personalizada al favorecer la formación integral y la permanencia con calidad durante la trayectoria escolar (Sandoval, Jimenéz Chávez, & Ávila Valdivieso, 2013).
Los diferentes niveles educativos en la UNAM, bachillerato, licenciatura y el posgrado, comparten problemas como la reprobación, repetición de cursos y el abandono, que repercuten no solo en el estudiante mismo, sino en la institución y en la sociedad. Sin embargo, realizar acciones de tutoría que contribuyan a la formación integral de los estudiantes de la UNAM no es una acción homogénea, cada Facultad y Escuela presentan diferentes necesidades de atención en sus estudiantes.
La licenciatura en Ciencia Forense y su programa de tutorías
La situación de los estudiantes de la LCF es particular y presenta ventajas, como la facilidad para tener una comunicación cercana y permanente entre la Coordinación de la licenciatura, la planta docente y los estudiantes. Pero también representa retos para los estudiantes, como la necesidad de mantener una relación cordial con todos sus compañeros, con quienes permanecen la mayor parte del día, los cinco días de la semana, durante ocho semestres. A diferencia de otros estudiantes del sistema escolarizado, los estudiantes de la LCF tienen una diversidad de compañeros con quienes relacionarse que es limitada.
Asimismo, los alumnos de la LCF son de alto rendimiento, se someten a una carga de trabajo intensa y se desenvuelven dentro de un grupo reducido de estudiantes.
En este escenario fue que surgió la necesidad de implementar un programa de tutorías específico y adecuado para la LCF. El apoyo de la DGOSE y de la coordinación del Programa Institucional de Medicina fue clave para alcanzar dicho objetivo.
Tras tres años de su aplicación puede afirmarse que, aún cuando el desempeño académico de los estudiantes es una variable multifactorial, el Programa de Tutorías ha contribuido a que exista una mejor relación entre los estudiantes, entre los estudiantes y los profesores y en que los estudiantes mantengan un alto desempeño académico.
Algunas cifras
